¿Qué es un disipador térmico?

Un disipador térmico, en su forma más simple, es una pieza de material que se coloca sobre una parte que genera calor. Este material absorbe el calor de esa parte para mantenerla fría.

Por lo general, están fabricados con un metal conductor, como aluminio o cobre, y suelen tener una forma que maximiza la superficie, de ahí su característico aspecto con puntas o aletas.

Esto dependerá de lo que se esté refrigerando. Para elementos de menor potencia, como algunos componentes de la placa base, bastará con una simple pieza de metal con un material de interfaz térmica. Observe cómo el disipador térmico que se fija sobre las unidades m.2 de la placa base es plano o, en ocasiones, ni siquiera existe. (Aunque hoy en día son habituales soluciones más eficaces, especialmente con las unidades PCIe 5.0).

A continuación, pasamos al disipador térmico con aletas más tradicional que se utiliza habitualmente en las CPU. En las CPU, suele haber al menos un ventilador para ayudar a disipar el calor y maximizar la refrigeración. Son esas piezas con forma de tubo, y en los refrigeradores de CPU modernos suelen haber seis, ocho o diez.

En pocas palabras, sí. La mayoría de los microprocesadores modernos producen más calor que en el pasado, por lo que se necesita un disipador térmico para evitar el sobrecalentamiento. Esto puede provocar problemas que van desde la ralentización hasta el apagado y, en algunos casos, el sobrecalentamiento continuo puede dañar el procesador de forma permanente. Un disipador térmico es esencial para el funcionamiento seguro del dispositivo y ayuda a prolongar su vida útil.

Sí, el concepto de un disipador térmico es alejar el calor de su fuente, que es precisamente lo que facilita la refrigeración por agua. Sin embargo, en este caso, el radiador o radiadores actúan como disipadores térmicos y están situados lejos de la CPU y montados en la carcasa, de modo que los ventiladores tienen un acceso más fácil al aire fresco.