¿Son buenas las CPU AMD Threadripper para jugar?

No hay duda de que las CPU Threadripper de AMD son inmensamente potentes. Después de todo, esa es su razón de ser. Como sugiere su nombre, ligeramente exagerado, estos chips han sido diseñados para ofrecer niveles ridículos de potencia bruta y, de hecho, abrirse camino a través de multitud de subprocesos. Con modelos como el Ryzen Threadripper™ PRO 9995WX, disponible con nada menos que 96 núcleos capaces de manejar la enorme cantidad de 192 subprocesos, se trata realmente de un chip monstruoso.

Para poner en contexto esas cifras, un rápido repaso a la última gama de procesadores de escritorio de AMD revela que su serie Ryzen 9000 está disponible con desde 6 núcleos y 12 hilos para el AMD Ryzen 5 9600X hasta los 16 núcleos y 32 hilos del Ryzen 9 9950X3D. Por su parte, los chips de escritorio de Intel también están disponibles con hasta 24 núcleos y 24 hilos.

¿Entonces esto es una ventaja segura para Threadripper en lo que respecta a los videojuegos? No del todo. Verás, aunque un número elevado de núcleos es importante para algunas aplicaciones, como la edición de vídeo, el renderizado y el procesamiento intensivo de datos, otros tipos de software no se ven tan afectados por el número de núcleos, sino más bien por la velocidad del reloj. Y, por si aún no has adivinado por dónde va esto, los juegos suelen entrar en la segunda categoría. Hay excepciones, pero en su mayoría los juegos están diseñados para funcionar con menos núcleos, pero más rápidos.

Esto nos lleva a las velocidades de reloj de Threadripper, que no son precisamente lentas, pero la naturaleza compleja de estos chips hace que no puedan competir con las mejores ofertas centradas en los juegos. La tabla siguiente, en la que se compara el mejor Threadripper con el mejor chip para juegos del mercado en la actualidad, el Ryzen 7 9800X3D, muestra la disparidad en las velocidades de reloj base. Cabe señalar que, aunque la velocidad máxima de reloj parece comparable, el procesador no se mantiene a esa velocidad durante mucho tiempo.

Threadripper también admite más carriles PCIe y un mayor ancho de banda de memoria, lo que resulta ideal para configuraciones con varias GPU, matrices de almacenamiento rápidas y tareas que requieren un uso intensivo de la memoria. Estas características son muy valiosas para creadores y profesionales, pero no se traducen en mejores velocidades de fotogramas para la mayoría de los juegos.

Los sistemas Threadripper requieren una refrigeración robusta y fuentes de alimentación de alta potencia, lo que aumenta el coste y la complejidad generales de la construcción. Esta es otra consideración para los constructores DIY que sopesan el rendimiento frente a la practicidad.

Vale la pena señalar que las tarjetas gráficas tienen un impacto mucho mayor en los juegos que la CPU, lo que nos lleva a una de las principales consideraciones a la hora de montar un PC para juegos hoy en día, a saber, la relación calidad-precio. Threadripper ofrece realmente una gran relación calidad-precio en comparación con las alternativas de clase workstation, pero no es así cuando se trata de sistemas puramente para juegos.

Construir una máquina de juegos de última generación puede ser una tarea costosa, ya que tarjetas como la Nvidia RTX 5080 cuestan alrededor de 1000 dólares y la RTX 5090 el doble. Suponiendo que puedas encontrarlas. Luego hay que pensar también en la placa base, la memoria, el almacenamiento, etc. Si quieres un PC para juegos de alto rendimiento, entonces el procesador que ya hemos mencionado, el Ryzen 7 9800X3D, es el chip con el que deberías soñar, no el Threadripper.

Cuando se anunció por primera vez la familia Threadripper, fue una noticia fantástica para una parte de la comunidad que se había visto obligada hasta ese momento a utilizar procesadores para estaciones de trabajo mucho más caros en estaciones de trabajo aún más caras. Sistemas que no eran muy adecuados para los juegos, ya que la fiabilidad y la compatibilidad eran mucho más importantes. Con el lanzamiento de Threadripper, de repente apareció una familia de procesadores que ofrecía un rendimiento similar al de las estaciones de trabajo, pero a una fracción del precio. Y todo ello utilizando una arquitectura de escritorio probada y comprobada.

Para ser justos, no fue exactamente así como sucedió y, dado que Ryzen también era nuevo en ese momento, hubo muchos problemas iniciales con la primera serie de chips Threadripper, especialmente en lo que respecta a la compatibilidad con la memoria. AMD ha probado a comercializar Threadripper solo a través de fabricantes de equipos originales, y sigue siendo lo que recomienda incluso para los últimos chips de la serie Threadripper PRO 9000 WX, mientras que las opciones Threadripper 9000 no PRO están más orientadas a los ensambladores DIY.

Sin embargo, las cosas han mejorado con el tiempo, y si eres un jugador que también necesita potencia de procesamiento bruta, entonces tiene sentido contar con un único sistema que pueda hacerlo todo. Aquí es donde Threadripper realmente tiene más sentido. Threadripper no está diseñado para jugadores puros. Es para creadores, streamers y profesionales que también juegan. Si tu flujo de trabajo incluye renderizado, edición o simulación además de juegos, Threadripper ofrece una versatilidad increíble.