Ethernet es una tecnología de red ampliamente utilizada que permite a los ordenadores y dispositivos comunicarse entre sí en una red de área local (LAN). Desarrollada originalmente en la década de 1970, Ethernet se ha convertido en la columna vertebral de las redes cableadas modernas gracias a su fiabilidad, velocidad y facilidad de uso.
Ethernet funciona enviando paquetes de datos a través de cables utilizando protocolos estandarizados. Los dispositivos de una red Ethernet se comunican utilizando direcciones únicas conocidas como direcciones MAC (Media Access Control). Estas direcciones permiten a cada dispositivo identificarse a sí mismo y al destinatario al que va dirigido al enviar y recibir datos.
Ethernet suele utilizar cables de par trenzado (como Cat5e o Cat6), que se conectan a los dispositivos mediante un conector RJ45. Los paquetes de datos son gestionados por conmutadores o enrutadores, que dirigen de manera eficiente la información al dispositivo de destino correcto.
Ethernet está disponible en varias velocidades y formatos, cada uno diseñado para satisfacer necesidades de rendimiento específicas:
Para los gamers, las conexiones Ethernet son especialmente beneficiosas, ya que ofrecen una latencia más baja y una conectividad más estable en comparación con las redes inalámbricas. Una latencia reducida significa tiempos de respuesta más rápidos, lo que proporciona una ventaja competitiva en juegos de ritmo rápido.
Ethernet sigue evolucionando para satisfacer las crecientes demandas de ancho de banda. Mientras que Ethernet de 10 Gigabits se está volviendo más asequible para los entusiastas y las pequeñas empresas, los centros de datos ya están implementando conexiones de 25 GbE, 40 GbE, 100 GbE e incluso 400 GbE.
Para los usuarios domésticos y los ensambladores de PC, la próxima frontera incluye:
A medida que aumenta la velocidad de Internet y aplicaciones como el streaming en 8K, los juegos en la nube y la realidad virtual se generalizan, el papel de Ethernet en la provisión de una conectividad fiable y de alta velocidad seguirá siendo crucial. La capacidad de esta tecnología para ofrecer un rendimiento constante y mantener la compatibilidad con versiones anteriores garantiza que seguirá siendo la base de las redes cableadas durante las próximas décadas.